A estas alturas todo el mundo conoce esta historia, ya sea porque se ha leído el libro o porque ha visto la película, pero yo como llego tarde a todas partes hago a estas alturas de la vida la reseña.
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Leí el libro a finales del 2020 tras haber visto antes la película la cual disfruté muchísimo, así que tenía curiosidad de ver qué tal la novela, realmente no me ha defraudado.
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Esta es la historia de un primer amor, del despertar sexual, de crecer. Es una historia que te trasmite paz cuando la lees.
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Encontramos como protagonista a Elio y nos adentramos en sus pensamientos, en sus sentimientos hacia Oliver, un estudiante universitario que se quedará todo el verano con su familia.
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Con Elio mi relación es amor odio ya que lo veo demasiado altivo y quizás un poco prepotente, en ocasiones llegaba a no caerme bien, cosa que con Oliver no me pasaba, quizás me parecía demasiado intensito . No obstante se entiende todo lo que pasa por su cabeza.
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Una de las cosas que me ha gustado mucho del libro y me ha sorprendido es que aquí la relación va más allá en los años, ver cómo se vuelven a encontrar siendo los dos adultos y como se relacionan, se guardan cariño me ha parecido un plus en la historia.
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Como hace tiempo que lo leí quiero dejar por aquí la impresión que tuve al terminarlo, lo que escribí en Goodreads nada más leer la última palabra:
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“Acabo de terminarlo en un vagón de tren cochambroso. Bonito, es lo que se me viene a la cabeza al terminar, bonito y melancólico. Ese amor que dura pero no se puede, no quieren. Rompe el corazón. Al principio tenia mis dudas pero me ha ganado por completo, sobretodo Oliver mas que Elio. Este libro es como las estaciones del año, verano al principio y otoño/invierno al finalizar, dejando esperanza y malestar al mismo tiempo”.
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Creo que no hace falta decir que ha sido una de las mejores lecturas del 2020.
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Muy recomendable, sin duda leeré la segunda parte.