5.0

Este libro lo leí a finales de verano del año pasado Y fue una de las mejores lecturas que realicé en el 2017 ya que me hizo reflexionar muchísimo sobre el consumo y uso de animales y como dentro del reino animal (al que también pertenecemos) hay incluso una jerarquía.

Uno de los puntos fuertes del libro es la forma en la que cuenta las cosas, como se explica pues la autora tiene un gran talento para ejemplificar y transmitir de una forma clara y sencilla haciendo que pienses en todo lo que te está contando. No puedo negar que en algunas páginas podemos encontrar fragmentos muy duros de maltrato animal, pero es necesario quitarnos la venda de los ojos y ver esa realidad pues la industria cárnica no es precisamente un campo de rosas.

Otra de las cosas que me ha gustado es que mezcla temas psicológicos con el tema del veganismo pues en algunas partes nos muestra como el trabajar en esa industria puede cambiar incluso la forma de ser de las personas pues es un mundo lleno de violencia y la violencia cosecha violencia.

Me encantaría haber podido dejar en esta reseña un montón de frases que resalté del libro, pero es un libro que sí que se presta para que el mensaje llegue a la más gente posible y mi libro está en tour por diferentes casas de amigos, pero ya os comento que el libro no tiene desperdicio.

En definitiva es un libro muy recomendable para aquellas personas que quieran conocer un poco más sobre el mundo de la explotación animal y del veganismo ya que no es nada técnico y los ejemplos y reflexiones nos ayudan a entender porque está mal el abuso que se hace de los animales no humanos, y si con esta lectura podemos, aunque sea reducir el consumo de otras especies animales estaremos ayudando no solamente a que éstos vivan en sufrimiento y tortura, si no a mejorar nuestro planeta.