No podéis ni imaginaros las ganas que tenía de leer esta novela y lo que me ha costado conseguirla, pues parece ser que está decatalogada.


Cuenta la historia de Astrid, una niña que pasará de casa de acogida a casa de acogida tras que su madre fuera condenada a prisión por un asesinato.


Es una historia que, a pesar de que la lectura se ha hecho un poco lenta, me ha encantado tanto por su protagonista como por la historia en sí. Por un lado Astrid me ha parecido un personaje muy completo, fuerte, duro y muy real. Me he sentido identificada con ciertas partes de su personalidad y esa aura de decadencia final me ha sobrecogido. En cuanto a la historia me ha gustado porque es, en cierta parte, real, sin florituras, contando que la vida puede ser un auténtico infierno cuando la suerte no está de tu parte.


También me gustaría destacar el papel de la madre, Ingrid, una mujer bohemia, que vive según sus propios principios y que, a consecuencia de ello, suele ser muy egoísta. Es un personaje que también me ha gustado mucho por su fuerza, pero que al mismo tiempo he odiado por pensar únicamente en engrandecer su ego y manipular a todos los que se cruzan con ella.


Otra cosa que me ha gustado mucho es ver como la personalidad de Astrid va cambiando conforme va creciendo y pasando de casa de acogida a casa de acogida, con "madres" muy diferentes entre sí, donde descubrirá su atracción por los hombres así como por la belleza en general.


En conclusión, un libro que recomiendo mucho, pues cuenta una historia interesante, real, con unas protagonistas muy bien conseguidas.